L’ombra della pedofilia nella Chiesa insinua il suo sospetto anche in Olanda. Dopo gli scandali avvenuti in Germania e Irlanda, ora le paure circa l’orientamento pedofilo di alcuni sacerdoti fanno tremare gli ordinamenti clericali nei Paesi Bassi.
Il monastero salesiano “Don Rua” nella città di ‘s-Heerenberg, in Olanda
’s-Heerenberg, una cittadina olandese al confine con la Germania, situata nella Provincia di Gelderland, è il luogo in cui si trova la scuola cattolica incriminata. Le violenze oggetto dell’indagine risalgono alla seconda metà del Novecento. Sebbene siano passati quasi 50 anni, l’eventuale conferma delle avvenute molestie sui bambini causerebbe non poco scompiglio all’interno delle gerarchie ecclesiastiche olandesi.
Tre preti, docenti dell’istituto religioso scolastico, affiliato al monastero “Don Rua” dei Padri Salesiani di Don Bosco negli anni ‘60 e ‘70, due dei quali ancora vivi, avrebbero molestato sessualmente e ripetutamente almeno tre studenti. A riportare questa notizia è la stampa locale olandese che, secondo testimonianze raccolte, avrebbe prove di ciò che è avvenuto in quel tempo. Molte indagini seguiranno, ma l’insinuazione del tarlo del dubbio è pericolosa e può avere un effetto devastante sull’opinione pubblica.
Una confessione giunge direttamente da un ex-studente del collegio religioso. Janne Geraets, ora 57enne, ha rivelato di aver subito ripetutamente abusi sessuali all’età di 11 anni, per mano di un sacerdote che adesso ha 98 anni. Il ragazzo era all’interno della scuola nella speranza di diventare un missionario, ma una notte, con la scusa di somministrargli un farmaco per il mal di gola, un sacerdote ha allungato le mani sul suo corpo innocente. Dopo l’accaduto, lui racconta di essere tornato al letto con una grande confusione. Il giorno dopo, il prete disse al giovane che quell’incidente non aveva alcuna importanza, dandogli l’assoluzione da ogni peccato. Gravi affermazioni, ma sono solo le prime a venire fuori.
In aggiunta, uno degli insegnanti della stessa scuola nel 1994 era stato sospeso dall’incarico per presunti abusi su un bambino. Alcuni membri dell’ordine scolastico hanno confermato l’esistenza del problema riguardante la pedofilia, affermando che il problema fu discusso internamente, ma non partirono mai delle indagini.
La Società Salesiana era stata fondata nel 19° secolo da Don Bosco per aiutare i giovani,specialmente i più poveri, e per garantire una corretta educazione ai ragazzi orientati al sacerdozio. La scuola ospitava annualmente oltre cento ragazzi di età compresa tra 12 e 18 anni, all’interno di quattro grandi dormitori.
I vertici della Chiesa locale e l’attuale vescovo di Rotterdam, Ad van Luyn, insegnante nell’istituto salesiano ai tempi delle violenze, si sono astenuti dal commentare la notizia, evitando di rilasciare qualsiasi dichiarazione in merito alla vicenda.
Emanuele Ballacci
www.rnw.nl/es/espa%C3%B1ol/article/…a-cat%C3%B3lica
“Golpeaban a mi puerta y yo trataba de gritar, pero no salía sonido alguno de mi garganta.” Janne Geraets (57) fue continuamente abusado sexualmente desde sus 11 años por un sacerdote de un internado salesiano.
En medio de los escándalos sobre abuso sexual en países vecinos y en los EE.UU., la Iglesia Católica holandesa logró mantenerse a la sombra. Pero, a juzgar por una investigación conjunta de Radio Nederland y el influyente vespertino holandés NRC Handelsblad, fue una actitud errónea.
Me dio pastillas y luego se me echó encima
Para Janne Geraets todo comenzó en 1964, en el convento de Don Rua en la localidad de ‘s-Heerenberg, donde seguía un estudio preparativo de la orden salesiana Padres de Don Bosco, pues deseaba ser misionero. Luego de una fiesta, uno de los padres de la orden pidió a Janne Geraets acudir a la enfermería, con la excusa de que allí tenían algo para su dolor de garganta. “Me dio algunas pastillas y luego se me echó encima. En un santiamén, se abrió la bragueta, me agarró la mano y la llevó hacia sus pantalones. En un momento así lo único que sientes es una gran confusión.”
Absolución
Tras el incidente Janne Geraets se retiró a su cuarto a dormir. Pero a la mañana siguiente tuvo que reportarse de nuevo donde el mismo padre. “Fui a su celda y llamé a la puerta. Aún recuerdo cómo me latía desbocado el corazón. El padre abrió la puerta y me dijo: ‘Eso no debía haber ocurrido.’ Y seguidamente me dio la absolución, es decir, el perdón de ese pecado. Como verán, eso sólo aumentó mi confusión.”
A partir de entonces, Janne Geraets tuvo que acudir continuamente a esa celda. “Se echaba en el sofá, me colocaba encima de él y comenzaba a restregarse contra mi cuerpo. Recuerdo que una vez llamaron a mi puerta, yo traté de gritar, pero no salía sonido alguno de mi garganta. Yo quería gritar ‘esto no puede ser, esto no debe ser.’ Pero no puedes acudir a nadie ni te atreves a decir nada porque estás asustado. Uno piensa, yo soy el sucio y terminarán echándome del internado.”
Abuso a gran escala
En cuatro grandes dormitorios del internado de ‘s-Heerenberg dormían entre 80 y 100 muchachos de edades entre los 12 y los 18 años. “A muchos de los chicos se les notaba de inmediato que tenían algo con algún sacerdote, y varios padres tenían a un gran número de muchachos que acudían a ellos. Eso ocurría en gran escala.” Según Geraets, muchos de los contactos no eran obligados. “Algunos padres eran incluso más populares que otros. De eso te dabas cuenta.” El padre que abusó sexualmente de Janne Geraets tiene ahora 98 años. “Para mí ya no había nada sagrado, todo era una ilusión,” afirma Janne Geraets, quien reconoce que su autoestima sufrió una seria crisis.
Demasiado tarde
El abuso sexual cometido por sacerdotes ha sido condenado en diversos países, pero el reciente ‘mea culpa’ desde Roma “ha llegado demasiado tarde,” opina Yvo van Kuijck, ex presidente la de la Comisión Independiente de Asesoramiento, organización ante la que, junto con Hulp&Recht (Ayuda y Derecho), se presentan las denuncias sobre abuso sexual en la Iglesia Católica holandesa. Desde su fundación en 1995, Hulp & Recht ha recibido más de 300 denuncias de abuso sexual. “La actitud inicial fue muy reservada en cuanto a ofrecer disculpas y tomar medidas. La misma postura fue adoptada por el Episcopado holandés. No tengo la impresión de que el abuso sexual se haya tomado con la necesaria urgencia,” comenta Yvo van Kuijck.
Dimite la comisión
En protesta por la actitud del obispado holandés, Yvo van Kuijck, vice presidente de la Corte de Justicia de la ciudad de Arnhem, decidió dimitir de su cargo en la comisión, junto con todos los demás integrantes de ésta. Los religiosos que había cometido abusos sexuales en una determinada parroquia fueron trasladados a otras, donde volvieron a las andadas. “Esta actitud no debe tolerarse.”
También niñas
Cuando Leonie Cramwinckel-Bloch tenía 15 años y acudía al cuarto curso del Liceo en Doetinchem, decidió ir a esquiar. El grupo de alumnas era coordinado por el profesor de inglés, también un padre salesiano del vecino convento de ‘s-Heerenberg. Era diciembre de 1970. Según Leonie Cramwinckel (54), el padre abusó de ella manoseándola repetidas veces en sus zonas íntimas. Si bien no se atrevió a denunciarlo, “sabía que ese padre no debía haber hecho eso, pero él lo hacía con tal naturalidad y desparpajo, que me dejaron asombrada. Saqué la conclusión que no era la primera vez que lo hacía.” Tras el incidente, ella evitó encontrarse con el padre en la escuela, y sólo años más tarde lo contó a sus padres. Entre tanto, el eclesiástico en cuestión ya ha fallecido.
Intimidación sexual
Hubo muchos más casos de abuso sexual fuera del mencionado convento. Un padre salesiano que actualmente ahora 72 años, era profesor de matemáticas en los años sesenta en el convento de ‘s-Heerenberg. Luego lo nombraron pastor de la parroquia de Sint Martinus, en Hoogland, una pequeña localidad cerca de la ciudad de Amersfoort, donde fue despedido por el arzobispado de Utrecht, en 1994, tras ser acusado de intimidar sexualmente a un menor de edad.
Nada especial
En su reacción a lo ocurrido, el cura en cuestión dice que no fue nada especial. “Nos encontrábamos en la sauna de un complejo deportivo. El muchacho me vio desnudo. Eso fue todo. A mi lado estaba sentado un hombre que tuvo una erección. Pero yo jamás toqué al muchacho. Eso ocurrió hace muchos años y no me parece bien sacar de nuevo el tema a colación.”
Wim Flapper, antiguo Superior Provincial de los Salesianos de Don Bosco (la más alta función dentro de la orden), reconoce que la orden jamás quiso investigar a fondo este asunto. Y sobre el padre de Hoogland señala que se le administró una terapia. “De eso nos encargamos nosotros,” asegura, “pero nunca investigamos si había hecho más víctimas.”
Motivo de investigación
Ahora que tres padres de la misma institución son acusados de abuso sexual, el ex presidente de la comisión, Van Kuijck, cree que hay razón de sobra para efectuar una investigación. Y si bien ésa ya no es su incumbencia, opina que la Iglesia debería investigar el asunto. “Si se trata de un problema estructural de una institución, es imperativo investigar lo ocurrido. Las víctimas aún pueden presentar sus quejas ante Hulp & Recht. Los casos en los que el abusador ya ha fallecido, también serán investigados.”
Excusas
Johan Marsman (68), quien en los años 60 tenía a su cargo la finca anexa al convento salesiano de ‘s-Heerenberg, está al tanto de las relaciones sexuales de los padres con los pupilos y escribió un libro sobre el convento de Don Rua. “Hace unos 15 años, bajo mandato del anterior Superior Provincial, Wim Flapper, ya se habló durante una reunión de ex-alumnos, sobre los abusos sexuales cometidos. El Superior expresó entonces sus excusas y reconoció que se habían cometido errores.” Según el Sr. Marsman, la mayoría de los ex alumnos no deseaba hablar más de esos incidentes. Marsman se retiró del convento en 1968.
Cuando se le pregunta si los padres de Don Rua tenían relaciones sexuales con ‘muchachos favoritos’, el Sr. Marsman responde afirmativamente. “Ése es un asunto muy bien conocido.” Según Marsman, lo ocurrido en el convento de Don Rua no es nada único. “Lo mismo ocurría en todas partes, en todos los internados, pero con eso no quiero decir que apruebe lo allí ocurrido.”
La huella hacia los responsables
En el período del abuso sexual contra Janne Geraets, el actual obispo de Rótterdam, Ad van Luyn, trabajaba como docente en el internado de Don Rua. En la década de los setenta, Van Luyn era Superior Provincial de los salesianos, y, desde el 2008, es el presidente de la Conferencia Episcopal Holandesa. Monseñor Van Luyn no desea hablar “de cosas del pasado”. A través de su portavoz nos ha comunicado que “asuntos concernientes a la congregación son responsabilidad del actual Superior Provincial, incluso aquellas que están relacionadas con antiguos responsables.”
El padre Herman Spronck, actualmente la máxima autoridad de los Salesianos en Holanda, dice no saber nada del abuso sexual en el convento de ‘s-Heerenberg. Además de no oponerse a una eventual investigación, enfatiza que el abuso sexual va en contra de los votos de castidad que han hecho los padres de Don Bosco. “Precisamente en Don Bosco la inviolabilidad de la juventud constituye el punto principal del sistema de educación de adolescentes.
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